El presidente del Barcelona, Joan Laporta, se niega a cambiar de opinión sobre el despido de Xavi al final de la temporada, informan Luis Rojo y Carmen Torres de Marca.
Laporta afirmó que estaba enfermo durante la reunión con Xavi después de la victoria del Barça por 3-0 contra el Rayo; el presidente solo felicitó a Xavi por terminar segundo y abandonó el estadio sin hablar de su futuro.
Xavi dice que espera con ansias la próxima temporada, pero Laporta no cree que Xavi sea el hombre adecuado para entrenar al equipo la próxima temporada porque no cree en su plantilla.
Varias fuentes afirman que la decisión final sobre el futuro de Xavi se tomará al final de la temporada.
El problema es que el Barça tendrá que preparar al menos 20 millones de euros en compensación para Xavi si decide despedirlo.
