Antonio Rudiger es tanto un defensa central de clase mundial como un loco.
Si bien puede defender fácilmente a Erling Haaland en el campo, aparentemente no puede resistirse a pellizcarle el pezón a alguien.
No sabemos exactamente qué provocó su obsesión por esta parte del cuerpo, pero la lista de víctimas de la costumbre del alemán sigue creciendo.
Paul Pogba fue el primero en experimentar el comportamiento inesperado de Rudiger durante la Eurocopa de 2021.
El siguiente en la lista fue Álvaro Morata, que se vio perjudicado por el peculiar gesto de Rudiger.
Luego fue Luka Modric, otra víctima de las travesuras del defensa.
Más recientemente le tocó el turno a Jack Grealish, y la estrella del Manchester City tampoco lo ha disfrutado.
¿Alguna vez descubriremos de qué se trata? Quien sabe.
Pero una cosa es segura: cuando se trata de Rudiger, espera lo inesperado.
